La presbicia, más conocida como vista cansada, es la pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos. Por lo general, la presbicia empieza a ser notoria a partir de los 40 años, y continúa empeorando hasta alrededor de los 65 años de edad.

Es posible, que en tus inicios como présbita, te des cuenta porque tengas que separar tu libro de tus ojos para poder leerlo.

¿Cuáles son los síntomas principales de la presbicia?

La presbicia, como hemos explicado antes, no aparece de golpe. Se manifiesta de forma gradual y es posible que después de una cierta edad empieces a notar:

  • Una tendencia a sostener el material de lectura más lejos de lo habitual, para ver las letras con mayor claridad.
  • Visión borrosa, a una distancia de lectura normal.
  • Fatiga visual.
  • Dificultad para ver los detalles pequeños.
  • Dolores de cabeza después de realizar trabajos minuciosos.

Además, estos signos pueden empeorar si las condiciones de iluminación del lugar en el que te encuentras, no son muy buenas.

¿Por qué aparece la presbicia? ¿Qué le sucede a mi visión?

Para formar una imagen, el ojo depende de la córnea y el cristalino para enfocar la luz que reflejan los objetos. Mientras más cerca esté ese objeto, más se flexiona el cristalino.

El cristalino, a diferencia de la córnea, es ligeramente flexible y puede cambiar de forma con la ayuda de un músculo circular que lo rodea. Cuando miras algo a la distancia, el músculo circular se relaja. Cuando miras algo que está cerca, el músculo se contrae, lo que permite que el cristalino, que es relativamente elástico, se curve y cambie su capacidad de enfoque.

La presbicia es causada por un endurecimiento del cristalino del ojo, que sucede con el envejecimiento. A medida que el cristalino se vuelve menos flexible, ya no puede cambiar de forma para enfocar imágenes cercanas. Por consecuencia, estas imágenes se ven fuera de foco.

¿Existen factores de riesgo que propician la aparición de la presbicia? 

La respuesta es afirmativa. Ciertos factores pueden hacerte más propenso a padecer presbicia, entre ellos:

  • Edad. La edad es el mayor factor de riesgo para la presbicia. Casi todas las personas experimentan algún grado de presbicia después de los 40 años.
  • Otras enfermedades. Tener hipermetropía o determinadas enfermedades, como diabetes, esclerosis múltiple o enfermedades cardiovasculares, puede aumentar el riesgo de presbicia prematura, que es la presbicia en personas menores de 40 años.
  • Medicamentos. Algunos medicamentos están asociados con síntomas de presbicia prematura, entre ellos, los antidepresivos, antihistamínicos y diuréticos.

Ahora bien, ¿cómo tratar la presbicia?

En Opticontrol, somos especialistas en lentes progresivas. Sí, ¡lentes progresivas! 

Las lentes progresivas (también conocidas como lentes multifocales) son la mejor solución para tratar la presbicia, ya que te permiten ver, desde una misma lente, a diferentes distancias sin necesidad de llevar dos o tres monturas encima. 

A pesar de ser una consecuencia del paso del tiempo que no podemos prevenir, sí podemos detectar la vista cansada a tiempo y también podemos cuidar de nuestra salud visual para retrasar su envejecimiento.

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