¿Te acabas de enterar que tienes que llevar gafas? ¿Las llevas desde hace tiempo, y ha llegado el momento de renovarlas? Hoy te explicamos los conceptos base que tienes que tener en cuenta para escoger la montura adecuada.

¿Qué tipo de gafas necesitas?

Lo primero que debes tener en cuenta para elegir montura, es qué tipo de alteración has de corregir, ya que esto afecta directamente al tipo de lente, y, por tanto, a la montura que la portará.

Aunque en la actualidad ya es posible tratar las altas graduaciones con lentes reducidas, es cierto que hay variaciones que debes tener en cuenta; por ejemplo, en el caso de las lentes para miopía, estas suelen ser más gruesas en los extremos, mientras que, para corregir la hipermetropía, el grosor se sitúa en el centro de la lente, algo con que has de tener presente para optar por una montura capaz de sostener bien el peso de las lentes, y a la vez, sea cómoda para ti.

Ten en cuenta tus facciones

Cuando hablamos de imagen, siempre tienes que  buscar el equilibrio y la proporción, intentando minimizar aquellos rasgos más exagerados, y potenciando los que quieras destacar. 

Por ejemplo, las personas con facciones muy marcadas, con un rostro predominantemente cuadrado, requieren un tipo de montura con formas ovaladas y redondeadas que aporten a su cara algo de suavidad y contrasten con las líneas rectas de sus rasgos.

Además de la forma de tu cara, es importante también la forma y el tamaño de la nariz, ya que está en el centro de la cara y justo debajo de la montura. Según tu tipo de nariz, verás que hay gafas que te sientas mejor según el puente nasal que tengan. 

Y otro aspecto que no debes olvidar al fijarte en la nariz, es que la montura te resulte cómoda en esta zona, ya que llevarás las gafas mucho tiempo y durante muchas horas. 

Tu tono de piel, tu cabello y tus ojos también cuentan

Además de la forma de la montura, debes escoger correctamente el color, pues, como te hemos comentado anteriormente, estas gafas te acompañarán durante un tiempo y verte favorecida/o con ellas es primordial. 

Si tienes la piel clara, las monturas que mejor te van son las de colores metalizados en plata o estaño y las de pasta en colores oscuros como el negro y el azul.

Si por el contrario eres de tez morena o dorada, puedes probar con monturas de metal doradas o de color bronce, o de pasta en colores vivos como el naranja o el rojo.

En cuanto al cabello, a los tonos oscuros les van mejor las gafas también oscuras, pudiendo optar por el granate o el azul si quieres algo más colorido. Los cabellos claros, canosos o grises casan más con monturas en tonos pastel o gris metalizado.

Respecto al color de ojos, debes tener fijarte al probarte diferentes monturas, que, según el tono de éstas, el color de ojos se puede percibir más oscurecido o más claro, especialmente en personas con ojos azules o claros.

¡Tu estilo, por encima de todo!

Todos estos consejos que te hemos dado pueden serte de utilidad para orientarte y adentrarte en el inmenso mundo de las monturas, pero recuerda que al final, se trata de un elemento que va a formar parte de tu imagen.

La montura que escojas, debe ser afín a tu estilo y a tu personalidad, para que encaje bien con tu forma de vestir y con el resto de complementos que te acompañan en tu día a día.

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